sábado, 30 de agosto de 2014

Terapia Grupal basada en Sueños

La Terapia Gestalt estaba pensada, inicialmente, como terapia individual. Los inicios como terapia grupal se deben al entorno de formación. En la Gestalt, los terapeutas en formación tienen que vivenciar un proceso terapéutico como clientes/pacientes, y en este entorno nació lo que se conoce como “terapia individual en grupo”. En ella se realiza una terapia individual ante un grupo de personas, a efectos de demostración. Los asistentes del grupo “acompañan” la terapia individual realizada en su presencia; son observadores que apoyan y comentan el proceso con sus propios procesos de formación y sus propias emociones. Con las preguntas y la participación de los asistentes al final de la terapia, no es raro que surjan nuevos casos para tratar con este sistema, ya que está demostrado que el proceso de un individuo repercute y “mueve cosas” en los demás.
Dado el carácter holístico de la Gestalt, en la que se toma en consideración el entorno del paciente, la terapia grupal establece un marco de comunidad. En el grupo podemos descubrir también cómo nos movemos en sociedad y es fiel reflejo de nuestra realidad fuera de la terapia.
En una terapia grupal surgen conflictos, hay empatía, los temas nos resuenan. Podemos sentirnos movidos, tristes, acompañantes…, o al contrario, desafiantes, enfadados… Considerando que gran parte de nuestras actuaciones en sociedad son proyecciones de nuestras propias carencias y necesidades, en la terapia grupal se evidencian y es un entorno perfecto para “sanar” aquellas partes nuestras que nos obstaculizan la buena relación con el ambiente. La propia capacidad de contacto con el exterior se refleja en el grupo, y se genera una energía especial con situaciones que nos desvelan partes nuestras desconocidas y que podemos luego profundizar en terapia individual.
La terapia grupal basada en el trabajo en sueños se fundamenta en este principio: trabajamos en grupo con las emociones que surgen en uno u otro participante, vemos los ecos que generan en los demás, trabajamos los sueños como puerta al inconsciente.
Los sueños son una metáfora elaborada por nuestro inconsciente sobre la situación en la que nos encontramos en este momento. Sin embargo, el inconsciente no sabe lo que es el tiempo. Situaciones de la infancia, irresueltas, son situaciones actuales para el inconsciente. La Gestalt considera que estas situaciones irresueltas son una “cinrcunstancia inconclusa” que debe cerrarse. Si en el proceso terapéutico logramos darnos cuenta y asumir el origen de nuestro problema como una causa ajena a nosotros, habremos dado el primer paso para “cerrar” esa Gestalt inconclusa, que entonces el inconsciente dará por finalizada y dejará de “torturarnos”, por así decirlo, en nuestra vida diaria.
Con el trabajo con sueños, la terapia grupal obtiene un enfoque también más atractivo, por la profundidad que podemos alcanzar con los obstáculos que nos impiden llevar una vida feliz.

En la terapia grupal nadie está obligado a nada. Todo depende del nivel de compromiso de cada participante. Como terapeuta, acompaño al grupo facilitando la interacción y guiando hacia el “darse cuenta” sobre cómo nos movemos por el mundo. Y es el grupo mismo quien se autogestiona.

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